Nació en el municipio de Culpina, provincia Sud Cinti de Chuquisaca. Es la penúltima hija de seis hermanos que están al cuidado de su madre ya que su padre falleció hace muchos años.
En el solemne acto académico realizado en el Teatro Gran Mariscal, con motivo de celebrar los 393 años de fundación de la Universidad, Sonia, del cuarto año de la carrera de Contaduría Pública, recibió de las principales autoridades de San Francisco Xavier, un anillo de oro, un certificado de reconocimiento y la Resolución Rectoral que la distingue por haber logrado el promedio más alto en la gestión 2016.
En dialogo con la revista Expresión, Sonia contó que nunca se imaginó llegar a ese momento, aunque reconoció que desde niña soñó alcanzar el éxito, pero de profesional y sirviendo a la sociedad.
“Yo vengo de una familia humilde, soy la quinta de seis hermanos, mis mayores no pudieron seguir estudiando por falta de recursos económicas. Nunca me imaginé llegar a este momento, porque pensaba que si algún día iba a tener éxito en la vida, se daría cuando esté trabajando”, explicó Sonia sin poder ocultar su emoción y alegría por ese momento tan importante en su vida.
Entre lágrimas, recordó que su padre antes de fallecer la impulsó para seguir una carrera profesional, mientras los demás miembros de su familia se oponían a que saliera de su casa en busca de mejores días. Confiesa que desde niña siempre sobresalió en la escuela y en el colegio de su tierra natal.
Al salir bachiller quería estudiar Medicina, pero debido a muchos factores cambió de idea y decidió postular a la carrera de Contaduría Pública, desde entonces tubo que familiarizarse con los números y los procesos financieros.
“Desde la escuela siempre me gustaba estudiar y cuando era adolescente comencé a preguntarme que quería ser de grande, entonces me imaginaba siendo una doctora, pero también me desanimaba al ver que mi familia no tenía dinero y que difícilmente podría financiar mis estudios. De hecho, cuando les dije que quería estudiar Medicina, todos mis hermanos se opusieron. Claro, cuando salí bachiller tenía que decidir y así lo hice, opté por estudiar Contaduría.

Cuando llegué a Sucre no conocía a nadie, entonces me encerraba en mi cuarto y únicamente me dedicaba hacer mis tareas y leer los libros que recomendaban los docentes. Fue en esa circunstancia que comprendí que el éxito de la vida se logra estudiando y solamente así es posible cumplir los sueños”, sentenció.
Desde el pasado año, Sonia trabaja en una consultora contable, dividiendo su tiempo entre su trabajo y las labores académicas. “Este trabajo lo obtuve gracias a la recomendación de mis docentes quienes me ayudaron en este tema”.
Sonia, con 21 años, concluirá el 2017 su formación académica y si continúa siendo la mejor estudiante de su Facultad es muy posible que acceda a la titulación por excelencia.
“No estudio todo el tiempo, trabajo por la tarde en una consultoría y una vez que concluya mi Carrera deseo trabajar para ayudar a la gente y servir a la sociedad. Tengo que seguir buscando mayores logros, porque creo que no debemos enfocarnos solamente en las notas y en lo que te pueden enseñar, más bien aprovechar”, concluyó Sonia.